Dicen que la frontera agropecuaria beneficia a algunas especies, entre ellas a las lechuzas que se verían beneficiadas por la proliferación de roedores, uno de sus principales alimentos. Tyto alba, más conocida como lechuza de los campanarios es sin duda alguna una de las especies más eurioicas de lechuzas, adaptable a diferentes ambientes como se desprende de su amplísima distribución geográfica, que incluye por supuesto a los Andes, sin embargo a veces la búsqueda de alimento las lleva a posicionarse en lugares que no son los más adecuados, los borde de las rutas. Allí esperan desde algún poste o lugar estratégico el cruce frecuente de roedores. Estos roedores no sólo cruzan las rutas con frecuencia a toda hora del día sino que los bordes mismos de las rutas están llenos de ellos sobre todo de las rutas donde circulan camiones que llevan granos y que van tirando por todo su recorrido. Las rutas les ofrecen un área descubierta de gran visibilidad con la garantía de que cruzaran roedores, pero en la focalización de las presas pierden de vista, los vehículos que circulas a más de 100 km/h por ellas y que permanentemente atropellan a estos magníficos animales… Si bien, las fotos no corresponden a rutas andinas, son lo suficientemente explícitas en graficar el problema. Estos animales también aparecen muertas a los costados de las rutas andinas, como lo he podido verificar al menos en Argentina...
Tyto alba atropellada en la autopista que une la localidad de Casilda con Rosario (Santa Fe, Argentina). 3 de diciembre de 2009. Kodak DX 6490, zoom Schneider Kreushnach 38 – 380 mm
Tyto alba atropellada en la autopista que une la localidad de Casilda con Rosario (Santa Fe, Argentina). 3 de diciembre de 2009. Kodak DX 6490, zoom Schneider Kreushnach 38 – 380 mm
Tyto alba atropellada en la ruta 7 a la salida de Santiago del Estero (Santiago del Estero, Argentina). 29 de noviembre de 2007. Panasonic Lumix FZ 50, zoom Leica Vario Elmarit 35 – 420 mm.
Tyto alba atropellada en la ruta 7 a la salida de Santiago del Estero (Santiago del Estero, Argentina). 29 de noviembre de 2007. Panasonic Lumix FZ 50, zoom Leica Vario Elmarit 35 – 420 mm.
Tyto alba atropellada en la ruta 7 a la salida de Santiago del Estero (Santiago del Estero, Argentina). 29 de noviembre de 2007. Panasonic Lumix FZ 50, zoom Leica Vario Elmarit 35 – 420 mm.
¿Qué podemos hacer al respecto? En relación a la muerte en la ruta, demasiadas veces lo obvio no es tan obvio. En primer lugar, bajar el velocímetro y en segundo lugar no estaría de más señalizar el cruce de estos y otras animales. En tercer lugar en con las rutas y paisajes tan hermosos que tenemos, darnos el tiempo de mirar y admirar lo que tenemos al frente pero con un ángulo lo suficientemente amplio como para ver lo que hay en los bordes también, aún de noche. Porque si lo vemos a tiempo, estaremos a tiempo de evitar una muerte en la naturaleza y un potencial accidente para el humano… Si lo vemos a tiempo podremos parar, tener el privilegio de disfrutar su presencia, fotografiarla y ojalá, ojalá respetarla y amarla también… Al menos ese es mi deseo… En relación a estas maravillosas aves, nadie ama lo que no conoce y lo que no se ama no se conserva, necesitamos una política educativa de estado en, por y para Argentina que promueva el amor y el respeto por lo propio, lo que le da identidad y pertenencia a un país... Mientras esto no ocurra, mientras no sepamos lo que tenemos y su valor... estas aves, como la restante biodiversidad será arrasada sin que le importe a nadie... Es lamentable que nuestros niños (El futuro), hoy conozcan a esta lechuza, que convive con ellos en las área rurales y urbanas de toda la Argentina, a través de películas como “La leyenda de los guardianes de Ga´Hoole” (Del Director Zack Snyder) y no a través de su educación, independientemente de cuan linda sea dicha película. Qué lindo sería que los maestros promuevan en conocimiento de estas aves in situ y con ello el amor primero, la conservación después… Sean Felices…
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Hecho en Bolivia
Por latinoamericanos...
Para la Patria Grande, Latinoamérica...
La verdad es una lastima que pasen cosas así. Cuando estuve en uno de los mejores hoteles en Budapest, y salia por las rutas a recorrer, se veía un gran respeto de la gente hacia los animales de allí!
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